27/7/08

Destinare

Desde hace unos meses, he tenido muchas meditaciones acerca del "destino", palabra misteriosa y llena de supersticiones para muchas personas.


Debo decir que estas refleciones han salido de varios libros, meditaciones propias y crecimiento personal.


Paulo Coelho lo ha llamado "Leyenda personal", hay otros escritores que afirman que el hombre es el arquitecto de ese misterio llamado destino.


Creo que es un misterio, porque realmente para comprenderlo hay que desvelar muchos símbolos.


Vayamos al punto. A lo largo de mi corta vida, he visto que han existido momentos en los cuales se me han presentado situaciones que podrían haber parecido en mi vida cosas banales (lecturas, ideas de viajes, nombres de lugares lejanos, mujeres a quienes deseaba conocer, etc.), cual no sería mi sorpresa al ver que mucho tiempo después se han materializado en mi vida, sin que yo lo haya pedido.


Por ejemplo, un viaje a Santiago de Compostela, ciudad la cual yo no le daba mucha importancia y a la cual tenía planeado ir a visitar con mi ex-novia, siendo este viaje un plan de ella y el cual nunca se materializó.


Asimismo, encontrarme con temas de los cuales nunca había sido mi deseo conocer y de los cuales ahora vivo, por ejemplo de derecho. En esas épocas no me interesaba estudiar dicha carrera y a lo largo de mi vida aparecían pequeños escenarios, que aunque yo no entendía, no me imaginaba que serí lo que ahora me entusiasma.


Lo mismo me pasó con la responsabilidad social corporativa, la participación ciudadana y muchos otros temas de la "civic comunnity", a lo cual me dedico ahora.


Para muchas personas esto pueden ser señales, entendidas éstas como pequeños mensajes que Dios nos da acerca de lo que será nuestra meta o lo que está escrito en nuestra vida, en pocas palabras "Destino".


Si bien estas señales pueden ser leídas, tampoco creo que sea necesario obsesionarnos con tratar de descifrarlas, ya que eso no hará que cambien nuestras circunstancias o lo que está escrito para nosotros. Como suele decir mi maestro y amigo Philippe Emmanuel, si Dios dispone que algo en la vida sea para que lo vivamos (una relación, trabajo, estudios, viajes, etc.), no debemos preocuparnos por tratar de conseguirlo, ese momento llegará y por más que intentemos cambiarlo será nuestro destino.


Acepto que tenemos un libre albedrío y que podemos dar los golpes de timón que deseemos a nuestra vida, pero aún así, siento que por más que tengamos la libertad de conciencia par decidir, hay circunstancias que hacen que nuestras decisiones sean en el sentido que nuestro destino o leyenda personal nos dictan.


Tal y como dijo Coelho en alguno de sus libros: "Si deseas algo, el universo entero conspirará para que lo consigas"... mmmm que bien suena eso, pero ¿Realmente yo decido qué es lo que mi corazón, mis sentimientos, mi conciencia, la razón y aún el más estúpido de los sentidos (el sentido común) desean o me dictan?


Me explico, si yo en este momento deseo hacer un viaje dentro de un lapso de un par de años a un lugar que siempre he deseado ir (Finlandia o China); puedo trabajar para ello, eso significa conseguir el dinero, el momento y el viaje que deseo, pero y ¿Por qué no deseo ir a Malasya?; eso debería ser algo que puediera decidir no?, pero no es así, no tengo deseos de hacerlo, prefiero ir a Rusia, Finlandia o China, que son lugares a los cuales mi corazón desea ir y mi razón piensa que sería algo que me dejaría mucho. Entonces, realmente tengo el libre albedrío de decidir a donde ir?


Claro que lo tengo, pero no lo deseo, entonces el punto respecto de la construcción del destino no se encuentra en mi capacidad de decidir lo que haga o no, si no de desearlo...por algo alguien comentó una vez, que no sabemos por qué Dios escribe misiones raras en nuestros corazones.


En este momento yo desearía trabajar en un lugar x, pero no puedo hacerlo, no tengo los contactos, la preparación, etc. Por lo tanto, yo no construyo mi destino, si ese es mi camino, la vida me hará llegar a ese momento, si no, quiere decir que no era mi destino.


Hay muchas maneras de conocer el destino de cada uno, leyendo las señales, obteniendo ayuda de personas con el don de conocerlo, a través del Tarot o cualquier otro medio de adivinanza, o en el mejor de los casos, escuchar a mi corazón, el cual es el único que tiene una comunicación directa con el alma del mundo y sabe que es lo que está deparado para mí, a através de los sentimientos, emociones y pensamientos que tenga en el momento correspondiente.


Todo esto no es con el fin de saber a donde voy ni como, la verdad prefiero saber que la vida me depara cosas maravillosas y no tanto, a partir de lo que mi corazón me va dictando, la manera de hacerlo y los detalles no los sé y para qué, es mucho mejor no saberlo y le da sabor a la vida.


La conclusión a la que he llegado es la siguiente: el conocer que todos tenemos un destino, me hace estar más tranquilo respecto de los triunfos y desgracias que puedan existir en mi vida en un futuro. Esto significa, que ni debo creerme o tomar tan en serio los triunfos, ya que en cualquier momento se transforman en desgracia, ni debo deprimirme por las desgracias, ya que éstas dejaran su lugar a momentos felices.


Simple y sencillamente vivir la vida en el presente, ahí es donde realmente está el futuro y el destino, en este momento sé lo que será de mi vida, porque ahora estoy viviendo y sintiendo mis deseos y mi comportamiento ante la vida.


Desgraciadamente la gente piensa que puede controlar su vida, que lo que hace hoy le dará lo de mañana, oh queridos hermanos, arrepientanse jajaja, ni madres, desgraciadamente como me comporte hoy no es el preludio de lo que será después, mejor escuchar mi corazón, el cual no le importa saber si hoy soy un engreído o si en este momento me comporto como si no quisiera a nadie, sabe que el día de mañana me volveré a enamorar y todos mis sistemas de creencia del día de hoy, acerca de que estar solo es el mejor camino, se irána la mierda el día de mañana cuando conozca ala persona que está destinada para mí en ese momenbto y hacerme sentir de nuevo la magia del amor, asimismo, sucede con lo demás.


Por todo lo anterior, me gustaría compartirles este bello texto lleno de sabiduría del libro del Tao de Lie Tse:


"El maestro del rey Wen le dijo: <>.


Lao Tse respondió a su discípulo Wen Tse: <>.


El hermano menor de Yang Chu sabía que había ciertas cosas que no podía comprender. Así que preguntó a su hermano mayor: <>.


Yang Chu respondió: <


<desarrollo natural de los acontecimientos que se llama destino. Observa el mundo confuso, observa las multitudes que compiten por lograr cosas y te darás cuenta que no son felices ni están satisfechas. ¿Acaso necesitas hacer lo mismo sólo porque todo el mundo lo hace? Si no quieres extenuarte y no aceptas las normas sociales de éxito y logros, ¿Quién puede impedírtelo? Desde la salida hasta la puesta del sol la gente se agita locamente. ¿Acaso garantiza eso que estén mejor que tú que no has hecho lo mismo? Lo que te suceda no está determinado por el esfuerzo, ni por ninguna capacidad innata>>.


Viendo que su hermano estaba todavía confuso, Yang Chu continuó: <


<el desarrollo natural de los acontecimientos, pueden ir a donde les place y hacer lo que hay que hacer. Los pensamientos y las acciones de los demás no les afectan>>.


Lo mismo que el hermano de Yang Chu, con frecuencia nos prehguntamos por qué suceden las cosas como suceden. Y cuando vemos que se desarrollan de forma contraria a nuestras expectativas, nos sentimos frustrados o decepcionados. En nuestra mente, dos personas con las misma apariencia e inteligencia deberían tener los mismos logros en su profesión y posición social. Y si no tenemos éxito allí donde otras personas lo tuvieron teniendo las mismas capacidades, nos sentimos bien encontrando una excusa para deprimirnos y pensar que somos tratados injustamente. Sin embargo, si podemos liberarnos de esta forma de pensamiento y reconocer que existen algunas cosas que simplemente no podemos controlar, tendremos menos decepción, frustración, cólera e insatisfacción en nuestra vida."


Por eso es mejor seguir el desarrollo natural de los acontecimientos, el destino, y la mejor manera de hacerlo es tal y como me lo decía mi estimado amigo Ausencio Cruz (la pareja cómica de Víctor Trujillo en la caravana): "mira Mario, yo por eso ya no la armo de pedo".

Cheers!!!


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