30/5/08

El Caballero


Aún después de 8 años de haber comenzado a leer las enseñanzas de don Juan, no deja de agradarme releer a Carlos Castaneda, más aún, su filosofía hoy en día para mí es muy actual.

En los momentos difíciles de la vida (y no exactamente por una tragedia inevitable), cuando todo parece ser un arduo caminar por el desierto, sin alegria, sin entusiasmo, inclusive sin tristeza, sin recuerdos, sin llanto, es decir, sin sentir nada, aguardando únicamente lo que uno sabe que espera, puedo llenar mi espíritu con estas letras:

"El presente es único: un guerrero sabe esperar, porque sabe lo que está aguardando. Y mientras espera, no desea nada, y así, cualquier cosa que llegue, por menor que sea, se recibe como una bendición. El hombre común se preocupa demasiado por querer a los demás, y porque los demás le quieran. Un guerrero sabe lo que desea, y eso representa todo en su vida (y en eso concentra toda su energía). El hombre común gasta el presente actuando como ganador o como perdedor y, dependiendo de los resultados, se transforma en perseguidor o en víctima. El guerrero, por su parte, se preocupa apenas de sus propios actos, que lo conducirán al objetivo que eligió para sí mismo."

Como una bendición, por menor que lo que llegue sea una simple propuesta de trabajo, una mirada de forma amable a la vida de uno, un vistazo al esfuerzo por menor que este sea...aún con miedo...y qué..todos sentimos miedo:

"El miedo es natural: el miedo a la libertad que nos da el conocimiento es absolutamente natural. No obstante, por terrible que sea el aprendizaje, es peor vivir sin sabiduría."

Por eso, si vivir la vida es de una complejidad constante, para que molestarse con los demás y con uno mismo, cada uno hace lo que puede con lo que tiene, la polémica y la crítica sólo llenan espacios vacíos por unos segundos, pero desgarran el alma de quien permite guardarla en su alma:

"La irritación es innecesaria: irritarse supone darles a los demás el poder de interferir en nuestras vidas. Es indispensable dejar este sentimiento de lado. Lo que los demás hagan no puede de ninguna manera desviarnos de nuestra única alternativa en la vida: el encuentro con el infinito."

Y eso...nos da libertad, nos entrega al momento presente, a esperar lo que aguardamos sin ansiedad, sin prisas, para que apresurarnos si....

"El fin es un aliado: cuando las cosas empiezan a enturbiarse, un guerrero piensa en su propia muerte, e inmediatamente su espíritu se reencuentra consigo mismo. La muerte está en todas partes. La podemos comparar a las luces de un automóvil que nos siguen por una carretera sinuosa: a veces las perdemos de vista, en ocasiones aparecen demasiado cerca, alguna vez se apagan. Pero este automóvil imaginario nunca se detiene (y un día terminará alcanzándonos). Sólo la idea de la muerte logra darle al hombre el desapego necesario para seguir adelante, a pesar de todos los obstáculos. Un hombre que sabe que la muerte se le aproxima día tras día, va probándolo todo, pero sin ansiedad."

Nadie en esta vida gana o pierde, eso es una falacia, todo es acerca de qué tanto entablamos el Buen Combate (San Pablo), sin eso, no hay nada, porque la lucha con Amor se transforma en Buen Combate:

"La batalla es siempre la última: el espíritu del guerrero no se queja de nada, porque no nació para ganar o perder. Nació para luchar, y cada batalla es la última que está trabando sobre la faz de la Tierra. Por eso, el guerrero siempre deja su espíritu libre, y cuando se entrega al combate, sabiendo que su intención es transparente, él se ríe y se divierte."

Para todos aquellos que alguna vez nos preguntamos y aún lo hacemos, qué es y qué hace un Caballero en el siglo XXI, los dejo con la respuesta del Cardenal Van Thuan:

"En la edad media, los caballeros dedicaban su existencia a preservar su honor, a proteger a la viuda y al huerfano, a defender la patria. Enrolaban tropas para expediciones lejanas destinadas a liberar el Sepulcro de Cristo.

En nuestros días combaten la injusticia, la opresión, la discriminación racial, la dictadura. Luchas por hacer desaparecer las epidemias, la carestia, la miseria, el analfabetismo, la desocupación.

En su pacífica lucha, aceptan cualquier sacrificio para edificar un sistema económico justo y establecer una concordia permanente entre las naciones. Se dedican a la ciencia para el servicio del hombre.

El compromiso principal de los caballeros de nuestros tiempos está consagrado a la liberación del sepulcro de Cristo en las almas. Son caballeros del amor que no dudan dirigirse a hombres necesitados de sus servicios: los marginados, los enfermos, los hambrientos de la verdad, los sedientos de ternura. Son caballeros de este tipo los menos numerosos. Algunos toman en préstamo el traje y el nombre de caballero, pero les hace falta el corazón. Actúan positivamente en silencio. Para hacer esto no hacen falta dones excepcionales ni rqiuezas. Es en las filas de estos verdaderos caballeros donde soy llamado."

Y añadiré y diré junto con Van Thuan, que el llamado es grande pero los escuchas pocos, y el verdadero quid, es lograr el señorío de uno mismo, la individualidad sagrada. Porque para ser caballero y crear buenas acciones, es necesario trabajar desde dentro...antes la guerra era externa, cruzadas, conquistas, defensas, sitios, ahora todo eso se ha transportado al interior de uno mismo y qué difícil y arduo camino...

Cheers!!!!

1 comentario:

Invierno Funk dijo...

Mi queridísimo Mario, muchas gracias por tus palabras, en lo personal son nutrientes para mi espíritu.

Este blog es un gran lugar para detener el tiempo y mirar hacia adentro... reencontrar nuestro camino, nuestra lucha... nuestro fin... encontrarnos con el infinito.

Gracias por crear este espacio, sigue escribiendo que por lo menos a mi... me llena muchísimo..

te mando un abrazo, desde mi trinchera... desde el corazón.

Jerry