Éxito a través de la pequeñez.
La esperanza acarrea buena fortuna al caminante.
-La Vida-
Cuando un hombre es caminante y extraño, no debería ser ni hosco ni intolerante. Ya no tiene un círculo de conocidos y por eso no debe ser presuntuoso. Tiene que ser cauto y reservado; de este modo se protege a sí mismo del mal. Si es cortés con los demás, logrará triunfar.
Un caminante no tiene morada fija; su casa es el camino. Por ello, debe de tener cuidado de permanecer de pie y firme, para morar sólo en los lugares adecuados, asociándose únicamente con gente buena. Entonces tendrá buena suerte y podrá recorrer su camino sin que lo molesten.
La esperanza acarrea buena fortuna al caminante.
-La Vida-
Cuando un hombre es caminante y extraño, no debería ser ni hosco ni intolerante. Ya no tiene un círculo de conocidos y por eso no debe ser presuntuoso. Tiene que ser cauto y reservado; de este modo se protege a sí mismo del mal. Si es cortés con los demás, logrará triunfar.
Un caminante no tiene morada fija; su casa es el camino. Por ello, debe de tener cuidado de permanecer de pie y firme, para morar sólo en los lugares adecuados, asociándose únicamente con gente buena. Entonces tendrá buena suerte y podrá recorrer su camino sin que lo molesten.
-El Narrador-
Pero ante su incumplimiento al decálogo del caminante, ante su intolerancia y ser hosco, ante su necesidad de mantener un círculo de conocidos y permanecer firme y de pie, una noble alma aboga por su ser y comportamiento aclamando ante los hombres un poco de comprensión a su talante:
Pero ante su incumplimiento al decálogo del caminante, ante su intolerancia y ser hosco, ante su necesidad de mantener un círculo de conocidos y permanecer firme y de pie, una noble alma aboga por su ser y comportamiento aclamando ante los hombres un poco de comprensión a su talante:
-Alma Noble-
“La última vez que lo vi, expresaba calladamente el más profundo desaliento. No es que le falte nada, ya que él es muy comedido. Y yo me cuido de que no carezca de lo más necesario. Tampoco es reacio a aceptar algo de parte de quienes lo quieren, pues a lo largo de su vida, es tanto lo que mutuamente ha intercambiado con sus más cercanos, que no se puede calcular hacia qué lado de la balanza se inclina el haber y el debe; estar desocupado es principalmente su principal tormento. Su único placer, más aún, su pasión, consiste en poner al servicio de los demás, cada día y a cada hora, lo mucho que él sabe. Así pues, estar con las manos en el bolsillo o continuar estudiando y adquiriendo más conocimientos para poder utilizar cuanto posee en grado sumo… ¡basta!, es una penosa situación cuya tortura se duplica y triplica con la soledad.”
Así el hombre superior
Es cauto y tiene la mente clara
Para imponer castigos
Y no prolongar los juicios
-La Vida-
Cuando se incendia la grama en la montaña, hay una luz brillante. Sin embargo, el fuego no permanece en un lugar sino que busca más combustible. Es un fenómeno de corta duración. Así deberían de ser los castigos y las leyes. Deberían ser algo que pasara pronto y no arrastrarse en el tiempo, indefinidamente. Las prisiones deberían ser lugares en que la gente recibiera alojamiento sólo temporalmente, lo mismo que los huéspedes. No deben convertirse en lugares de habitación.
“La última vez que lo vi, expresaba calladamente el más profundo desaliento. No es que le falte nada, ya que él es muy comedido. Y yo me cuido de que no carezca de lo más necesario. Tampoco es reacio a aceptar algo de parte de quienes lo quieren, pues a lo largo de su vida, es tanto lo que mutuamente ha intercambiado con sus más cercanos, que no se puede calcular hacia qué lado de la balanza se inclina el haber y el debe; estar desocupado es principalmente su principal tormento. Su único placer, más aún, su pasión, consiste en poner al servicio de los demás, cada día y a cada hora, lo mucho que él sabe. Así pues, estar con las manos en el bolsillo o continuar estudiando y adquiriendo más conocimientos para poder utilizar cuanto posee en grado sumo… ¡basta!, es una penosa situación cuya tortura se duplica y triplica con la soledad.”
Así el hombre superior
Es cauto y tiene la mente clara
Para imponer castigos
Y no prolongar los juicios
-La Vida-
Cuando se incendia la grama en la montaña, hay una luz brillante. Sin embargo, el fuego no permanece en un lugar sino que busca más combustible. Es un fenómeno de corta duración. Así deberían de ser los castigos y las leyes. Deberían ser algo que pasara pronto y no arrastrarse en el tiempo, indefinidamente. Las prisiones deberían ser lugares en que la gente recibiera alojamiento sólo temporalmente, lo mismo que los huéspedes. No deben convertirse en lugares de habitación.
-El Narrador-
Por lo tanto dentro del concepto de crisis, además de un elemento de desaprobación, hay un elemento de esperanza, el cual obliga a nuestro caminante a no tener que vivir en la prisión del juicio y castigos autoinflingidos, sino como el huésped, a tenerlos en sí sólo temporalmente.
El caminante se queda en un refugio.
Consigue sus bienes y un hacha.
Mi corazón no está contento.
-La Vida-
Esto describe a nuestro caminante, el cual sabe el modo de limitar sus deseos hacia el exterior, aunque interiormente es fuerte y ambicioso. Por consiguiente, se encuentra finalmente con un lugar de refugio donde puede quedarse. También puede comprar bienes, pero ni aún así está seguro. Siempre debe estar sobre alerta, dispuesto a defenderse con las armas. Por ello no se encuentra a su gusto. Persistentemente está consciente de que es un extranjero en tierra extraña.
-El Caminante-
Muchas de mis posturas ante diferentes circunstancias de la vida, han generado una postura que estuvo basada en una lluvia de ideas, en destello y más que luz, y con razón ante estas posturas muchas veces he podido ser juzgado de ambiguo al no tener conclusiones definitivas sobre la misma, por lo que muchas veces, a pesar de lo que pareciera sensato, he iniciado nuevos caminos de forma zigzagueante en busca de por lo menos fijar las preguntas, por eso de manera sincera, debo aceptar, que al iniciar el camino, muy a mi pesar y fuera de mi alcance, lo hice sin tener conclusiones y debe ser visto como eso, como un camino que desconozco aún si llevará a algún puerto.
Muchas de mis posturas ante diferentes circunstancias de la vida, han generado una postura que estuvo basada en una lluvia de ideas, en destello y más que luz, y con razón ante estas posturas muchas veces he podido ser juzgado de ambiguo al no tener conclusiones definitivas sobre la misma, por lo que muchas veces, a pesar de lo que pareciera sensato, he iniciado nuevos caminos de forma zigzagueante en busca de por lo menos fijar las preguntas, por eso de manera sincera, debo aceptar, que al iniciar el camino, muy a mi pesar y fuera de mi alcance, lo hice sin tener conclusiones y debe ser visto como eso, como un camino que desconozco aún si llevará a algún puerto.
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